lunes, 14 de septiembre de 2009

CENTENARIO

Quiero saludarles a todos en el amor del Señor y decirles que Dios esta con su pueblo y con su iglesia, con esa iglesia peregrina esparcida por todos los continentes, bajo un solo estandarte, bajo el glorioso estandarte de la cruz; que gran responsabilidad tiene su iglesia y también cada hombre, mujer y niño que compone el cuerpo de Cristo.
Creemos que cada iglesia plantada en alguna medida ha sido plantada por la voluntad de Dios y para un propósito, almismo tiempo cada iglesia tiene su origen, y cualidades y componente que las hacen ser apropiada para desarrollarse y desenvolverse en su respectivo ambiente social. Pero la misión principal es en todos lados será la misma; ser una fuente renovadora, transformadora para este mundo perdido y sin Dios.

Hoy quiero comentarle que tuve el gran privilegio de participar del centenario de mi iglesia de la cual soy miembro desde mi niñez; la Iglesia Metodista Pentecostal, una iglesia que ha sabido mantener y guardar la sana doctrina através del tiempo, donde miles de hombres y mujeres han encontrado la salvación en todo estos 100 años de evangelización. La reunión de estos pentecostales fue en el gimnasio local de Puerto Montt, la cuida en la cual crecí. Que maravilloso fue estar ahí, junto a toda esa gente que se dio cita para vivir esta experiencia en sus vidas y compartir el ferviente amor que inunda sus corazones...Alguien me pregunto como estuvo el evento, le dije que estuvo increíble y le di también la respuesta que siempre doy: “porque cuando se reúnen los pentecostales, hay fuego de Dios...” Con esto no quiero decir que hay que ser Pentecostal para recibir fuego de lo alto, porque hay Pentecostales que son mas frío que las patitas de los pingüinos antárticos...y como también hay otros que sin ser de denominación Pentecostal están vivos , ardientes en el Señor; porque todo esto es solo cuestión de gratitud que tu tengas para con Dios, porque en un corazón agradecido palpita la alabanza, se escucha el ¡¡amen Señor...¡¡Gloria a Dios…¡¡aleluya, Cristo vive...solo recuerda lo que le dijo Jesús a Simon cuando aquella mujer se derramo sus pies..”Porque al que mucho se le perdona, mucho ama...” que maravilloso es escuchar un pueblo agradecido y que contentamiento siente Dios cuando su pueblo le alaba de cuerpo y alma, por eso mi hermano, alaba a Dios con tu amen, con tu clamor y si sientes de gritar un aleluya...Hazlo no te reprimas ni aprisiones tu corazón, porque si Cristo te hizo libre, fue para que le alabes no para que este ahí mudo y callado.
Los hermanos fueron de apoco copando todo los espacio hasta llenarse por completo, por un lado se instalo el Gran coro instrumental, con cerca de 2000 mil integrante, una hilera de toda clase de instrumentos de vientos, saxo, trompetas y clarinetes. Cientos de guitarras y mandolinas, acordeones por doquier, y al son del himno “Me hirió el pecado” comenzó este gran culto de los metodistas pentecostales…

“Me hirió el pecado fui a Jesús mostrarle mi dolor
Perdido errante vi su luz, bendijome su amor.
En la cruz en la cruz do primero vi la luz
Y las manchas de mi alma lave
Fue ahí por fe que vi a Jesús y siempre feliz con el seré.

Aunque el se fue solo no estoy mando el consolador
Divino Espíritu que hoy meda perfecto amor...”

Una alabanza que estremece, que hace vibrar a los corazones de todo los que estaban ahí..Era la bienvenida del Glorioso Espíritu a nuestro servicio. Aun me gozo cuando me recuerdo de tan tremendo poder de Dios, porque fuego de Dios cayó através de todas las alabanzas que se cantaron en aquel servicio, porque hay poder en la alabanza de su pueblo.
Estos son los cultos en que hay que sacarle el máximo de provecho...y yo puedo decir que disfrute como nunca con el Señor, y aun mi corazón le dice...¡¡Gracias Señor…gracias hermoso Espíritu Santo...Gracias por permitir que viva tan linda experiencia en Ti.

Entonces mis hermanos queridos Dios te pide que no te reprimas...Que abras tu corazón y tu boca y publique su verdad...ora siempre, pídele gracia, sabiduría, valor, denuedo...Dile hazme un hombre una mujer de valor, con un corazón siempre agradecido, y Dios se contentara en ti y te bendecirá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que buen tiempo de celebracion... que rico que las iglesias sigan cumpliendo años haciendo la obra del Señor y cumpliendo el gran mandamiento... Alexa