miércoles, 2 de septiembre de 2009
NOTA
Queridos amigos y hermanos en Cristo….hoy mas que nunca hay que poner los ojos en nuestro Señor Jesucristo y en nadie mas, ni en lideres ni en pastores ni en estos grandes evangelistas que hoy abundan. Hoy satanás el diablo esta utilizando la misma religión, a los mismo que la hablan y la entregan en grandes concentraciones, para engañarlas y confundirlas del verdadero puro y genuino Evangelio de Dios. Bien se sabe que hay siervos fieles amadores de la palabra de verdad y que aun no han aceptado los sobornos del diablo.La palabra de Dios dice que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra potestades y huestes de maldad en las regiones celestes, nuestra lucha es directa contra toda la mentira y la falsedad vestida con la misma ropa del Santo Evangelio...estos son los que Jesús mismo llamó: falsos cristos, falsos apóstoles; A esto se le podría agregar el gran listado de títulos que hoy abundan, llámese inclusive hasta falsos pastores, hombres que doblan secretamente sus rodilla a el dios de este siglo y a toda su pomposa gloria que ofrece engañosamente.Hoy la mentira, el engaño y toda esa podrida falsedad vienen con estas corrientes de paz y de amor, de unidad que promueve estos movimientos ecuménicos y carismáticos, que no son más que vientos del mismo infierno para avivar y apresurar la instauración de la nueva y gran religión mundial. Amigos en este mismo instante ya hay hombres conocidos, grandes hombres con grandes ministerios que ya se han unido y han doblados sus rodillas a este nuevo dios...pero un dios viejo y conocido por todos... ¿Te asalta la duda?...seguramente entonces no has abiertos los ojos como es debido y quizás te has tragado ya sus mentiras.Solo pidamos a Dios que nos ayude y dejémonos guiar por el, El demanda hoy más oración, más santidad y consagración, que leamos con mayor necesidad su bendita palabra y busquemos con un corazón afligido su hermosa presencia.Sin duda este artículo será solo una introducción para que abramos los ojos, mas adelante con la gracia de Dios ahondare con más profundidad en el corazón mismo de esta gran mentira que se habla como verdad, solo porque hombres que deberían ser de verdad no lo son.
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