domingo, 4 de octubre de 2009
LA PROVISION ETERNA DE DIOS
Esta experiencia la escuche de mi abuelo, de un anciano que supo bien lo que era vivir por la fe, en medio de una crisis severa en nuestro país, y sin medios y recursos algunos, tan solo la fe en el Señor y en el poder de sus promesas. Eran tiempos muy malos en aquellos días, no había trabajo ni se veía tiempos mejores en el horizonte, el país estaba en manos de los militares y la casa estaba bien desordenada en todo los aspectos, la palabra cesantía era lo único que se escuchaba, aparte de los lamentos y las desgracias que provocaba aquello, y como los hijos de Dios no estamos ajeno de la problemática del día a día, también golpeo la frustración nuestra puerta y escaseó todo, Menos la fe de aquel anciano y su esposa, la oración era constante en este sentido, pues habían unas pequeñas boca que tenia que recibir algo, fue unos de esos tantos días, en que mi abuelo no desayunó, pues lo poquito se los dejo a esos pequeños, en su rostro estaba la incertidumbre, pero en su corazón estaba la fe, y así salió a buscar empleo o algo que traer de vuelta a casa…salio conversando con el Señor para que le diera mas fe para no caer en la desesperación, fue así que con esa incertidumbre y con esa fe salio a caminar, y hablando con el Señor en todo tiempo en su corazón, y caminó y caminó por las calles de mi ciudad como guiado por el Señor, fue en eso cuando vio un poco a lo lejos en la acera por donde caminaba, algo que parecía un billete, se acerco mas y comprobó que era justamente eso, pero el se detuvo y vio que las personas no lo veían, pues el ángel de Jehová les cegó para que no vieran aquello, cuando se vio solo se inclinó y los tomó; la bendición era un fardito de billetes nuevos, aún con olor a papel recién impreso, con asombro y alegría los contó y mas gozo tubo cuando comprobó que era el dinero de un mes de trabajo, el corazón le salto de alegría y lloro y dio gracias al cielo pues Dios no iba a permitir que volviera sin nada a casa; una vez allá en casa abrazo a su esposa y juntos dieron mil gracias al Señor, pues respondió el clamor y la necesidad de ellos. Esto es solo una de las tantas bendiciones que Dios dio a ellos en esos tiempos de crisis, gloria a Dios que sus promesas son fieles y verdaderas para con sus hijos, y su verdad por todas las generaciones.Pues la palabra de Dios dice en unos de los Salmos de David: “Joven fui y he envejecido y no es visto justo desamparado ni su simiente que mendigue pan” así es, mientras otros niños pasaban por las casas a pedir un pedazo de pan, recuerdo que jamás , a pesar de la nesecidad golpeamos puerta por pan y sin conocer aquella maravillosa promesa de boca del siervo David...Pues Dios se encargo siempre de darnos lo que nesecitabámos, y es mas, la bendición y la misericordia de Dios también alcanzo a los impíos ; cuando mandó pescado gratis y en abundancia para todos, pues su poder hizo que cardume y cardume de júreles( un pez grande y comerciable en la zona sur de Chile) encallaran , vararan en las playas para alimentar a justos y pecadores, pues el Señor por amor a sus hijos, dio también de comer a los que no les conocían.Ese es el Dios que servimos, un Dios que responde y dan sustento al nesecitado de ayer, de hoy y de siempre, pues El es fiel y siempre lo será. Amen
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